Este articulo ha sido extraído de la página web www.DrainDomain.com, la cual ofrece de manera gratuita multitud de consejos relacionados con reparación, limpieza y mantenimiento de los sistemas existentes de abastecimiento, saneamiento y drenaje, tanto individual como urbano.
Este post ejemplifica de manera concisa y directa cuales son los peligros y riesgos que existen a la hora de entrar a un pozo o cámara de inspección, así como los sistemas de acceso que nos vamos a encontrar en su interior, que van desde los ya conocidos peldaños de hierro/acero o incluso ladrillo, hasta las escaleras para pozos más modernas que existen hoy en día como pueden ser los pates de polipropileno:
Acceso a espacios confinados
En primer lugar, los pozos y las cámaras de inspección son lugares peligrosos a los que solo debería acceder personal autorizado que disponga del conocimiento y los medios de seguridad necesarios para realizar la labor de mantenimiento pertinente dentro del pozo. Cabe destacar que, en la gran mayoría de cámaras de inspección, se accede de una a dos veces al año por motivos de mantenimiento rutinario, pero en ocasiones hay pozos que no son visitados durante años, únicamente cuando ocurre una incidencia.
Una vez levantamos la tapa de alcantarillado y nos asomamos al interior, nos encontramos habitualmente con escaleras fijas o peldaños, los cuales probablemente fueron colocados en su momento cuando se construyó el sistema de saneamiento, por lo que cada paso en el interior del pozo es un acto de fe.
¿Qué escaleras son las más comunes en espacios confinados?
Peldaños de hierro / acero para pozos
Los pates primigenios que se instalaban hace décadas (y que en algunos países de Latinoamérica se siguen instalando) suelen ser de acero galvanizado o hierro fundido. Éstos se anclan a la pared de la cámara de inspección para poder entrar y salir de ella, sin embargo, dado el entorno en el que se encuentran, no es de extrañar que los peldaños más antiguos se corroan, oxiden y rompan con el paso de los años. Esta es la razón por la cual siempre se debe acceder a un pozo provisto con el equipo de seguridad adecuado, incluido un trípode, casco y línea de vida.
No se sabe cuándo se entró a la cámara de inspección por última vez, por lo que nunca podemos confiar en que el escalón de hierro se capaz de soportar nuestro peso. Siempre es una buena idea realizar una inspección visual rápida de los peldaños junto con una ligera pisada en cada escalón antes de colocar todo el peso.
En el momento que pises un peldaño de hierro que tenga el anclaje a la pared podrido por la humedad, existen muchas probabilidades de que tu barbilla se golpee con todos los hierros que han quedado anclados de camino al fondo de la cámara, ¡garantizado!
Si el escalón de hierro es sólido y capaz de soportar todo tu peso corporal, siempre existe la posibilidad de que el cemento de entre los ladrillos haya desaparecido. Si esto ocurre, basta con una ligera inclinación hacia atrás del cuerpo para desenclavar el peldaño y llevártelo agarrado hasta el fondo del pozo.
Otras reglas no escritas que se aplican al acceso a la cámara es que el albañil que construyó ese pozo en particular tenía las piernas más largas del país. No sería raro encontrarnos con un peldaño situado a más de medio metro, que nos obligue a dar el siguiente paso con una rodilla bajo la barbilla. Siguiendo la norma específica para escalas fijas, debería existir una distancia de 25cm – 30cm entre cada peldaño para poder descender con seguridad.
Otra alternativa a los pates de hierro era instalar ladrillos fuera de la pared creando una escalera incorporada, siendo una vez más, muy difícil conseguir un agarre decente en condiciones húmedas y oscuras.
Escalera moderna de pates de polipropileno
En los últimos años los pozos prefabricados de hormigón han sido mucho más populares que los construidos con base de ladrillo. Las escaleras de pates también han evolucionado, incorporando a la varilla de acero que antes estaba desnuda, una capa de plástico que la protege del óxido y la humedad existente en el pozo. El amarre en forma arponada de estos pates de polipropileno asegura que, si la instalación se ha realizado correctamente, sea muy difícil desenclavarlo de la pared de hormigón.
Sin embargo, los primeros pasos en la entrada del pozo seguían siendo dificultosas. Muchas veces el operario tenía que dar una pisada a ciegas con el consiguiente peligro de resbalón o caída. Para solucionarlo se opto en ocasiones por instalar de forma errónea y también peligrosa, un pate de polipropileno en la superficie para lograr un mínimo agarre. Práctica que está prohibida y que desde IVERNA desaprobamos.
En 2017 desde IVERNA presentamos en la feria internacional del Agua (SMAGUA 2017) nuestro asidero de acero inoxidable. Una barra retráctil instalada o bien en los primeros peldaños o en la pared del pozo que sale hasta 1 metro por encima del mismo, permitiendo un agarre firme para entrar al interior del espacio confinado de forma mucho más segura.
En IVERNA estamos continuamente innovando para reducir los riesgos en los trabajos verticales. ¡Si quieres conocer más sobre nuestro completo portfolio de productos, echa un vistazo en nuestra web o llámanos para que te asesoremos!